En el año 2001 tuve la suerte de viajar a El Salvador y Guatemala, acompañando a un antiguo novio que estuvo trabajando en aquella zona del mundo como cooperante internacional. La cultura, los paisajes, el arte, la naturaleza y su música me sorprendieron y enamoraron enormemente. Allí fui consciente de toda la problemática que los indígenas sufren. Algún día me gustaría volver y recorrer nuevos países con mi familia actual. Hoy, en nuestro centésimo nonagésimo sexto programa viajamos musicalmente hasta América gracias a las voces y músicas de mujeres indígenas latinoamericanas.