Los objetivos son el motor de nuestras vidas. Todos queremos tener éxito y solemos saber exactamente lo que tenemos que hacer para conseguirlo. Pero, aunque nos levantamos cada día con cosas que queremos conseguir, a menudo no intentamos alcanzarlas. ¿Por qué ocurre esto?
A veces, simplemente no estamos motivados. En un mundo impulsado por los objetivos, este tipo de fracasos puede resultar confuso. ¿Por qué tu amigo pudo aprender a tocar la guitarra en cuestión de semanas, pero tu guitarra se quedó cogiendo polvo? ¿Por qué ellos encontraron la motivación para practicar y tú no? No es sólo un problema individual. En todo el mundo, profesores, entrenadores, directivos, padres y mentores intentan motivar a los demás en vano.