El estudio donde trabaja Encarna Morales se encuentra, literalmente, en un cráter, en el Valle de Rodalquilar (Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar), una antigua caldera volcánica rodeada de montañas con salida al mar, una mina de oro ya en desuso y unas tierras tintadas por los minerales. Este espectacular entorno almeriense siempre ha formado parte de su trabajo, de su personalidad. “Es un lugar que amo profundamente y con el que he estado emocionalmente involucrada la mayor parte de mi vida”, explica la artista, que ahora presenta su nueva colección de pinturas en el espacio expositivo de Prodigioso Volcán.
