La comunicación es lo que tú me dices y lo que yo te cuento; pero también lo que tú no me dices o lo que yo no te cuento. Además, es lo que expreso o no expreso con palabras o sin ellas. Este proceso, lejos de ser un mero intercambio de mensajes, es una manera de resolver conflictos, compartir momentos especiales, cuidarse y, en definitiva, mantener una relación sana.
Las personas que se esfuerzan por entenderse, que resuelven los problemas de modo constructivo y priorizan la empatía, experimentan más satisfacción. Por el otro lado, tenemos a aquellos con un estilo evitativo, hiriente o chismoso, que correlacionan con lo contrario.