El músico sevillano José Joaquín Sánchez, de 53 años, ha sido despedido de la Banda Municipal de Barcelona después de 27 años ocupando el puesto de profesor de clarinete. La causa no ha sido no saber catalán («lo sé de sobra después de casi tres décadas aquí», cuenta a ABC) sino suspender el examen de ese idioma, el primer requisito exigido en Cataluña para estabilizar cualquier puesto de trabajo en las administraciones públicas. «El C1 que me exigen es un nivel muy alto de catalán que suspenden muchos catalanohablantes», dice. Y asegura a continuación que también lo han suspendido un arquitecto municipal del Ayuntamiento de 59 años de origen gallego («que llevaba el mismo tiempo que yo viviendo y hablando en Barcelona») y una camarera de la Alcaldía de origen catalán. «El mío no es un caso único, están despidiendo del Ayuntamiento y de empresas y administraciones públicas a muchas personas que no superan el C1», dice.
