“No soy un gran guitarrista, ni un gran cantante, pero pongo la vida en ello. Lo único que puedo ofrecer es la sinceridad. Simplemente, quiero cantar algo y sentirlo, y si no soy capaz, si la banda no es capaz de emocionarse haciendo música, es imposible transmitirlo. La música es emoción, nada más. Al menos yo lo entiendo así”, declaraba Fito Cabrales. Y vaya si lo transmiten, y que no dejen de hacerlo, por el bien del rock and roll.
