«Música sin Usura» representa, quizá, el desencuentro de un músico que nunca estuvo en el momento preciso y lugar adecuado.
Mi nombre es Manuel del Moral y soy natural de la campiña jienense. Sobre los trece años el folk me hizo descubrir el mundo. Con quince y el rock intenté arreglarlo. A los dieciocho, desde el punk, quise destruirlo. Los veinticinco y el indie me hicieron aislarme de él. A los treinta, el jazz me ayudó a mantenerlo. Con treinta y cinco, la new age me ayudaba a olvidarme de él. Los cuarenta y otras músicas del mundo me hicieron detestarlo. Y ya en los cincuenta he caído en la cuenta de que: no he descubierto, no he arreglado, no he destruido, ni aislado, ni mantenido, ni olvidado, ni por supuesto detestado nada… pero sí he aprendido que nada he aprendido.