A Leopoldo le gusta mucho su librería y recomendar libros a sus clientes. Pero un día, llega una cabra que está más interesada en comerse los libros que en leerlos.
La frase «los libros no se comen libro» podría referirse a varios contextos:
Uno es una forma idiomática para decir que los libros no son comida, y el otro es un título de un cuento infantil.