Decía Dante que quien sabe de dolor sabe de todo. Ahora bien, ¿quiere decir esto que estamos casi obligados a tener que sufrir para adquirir un auténtico aprendizaje de lo que es la vida? Hay matices. En realidad, podríamos decir que en lo que se refiere al plano psicológico y a ese escenario más íntimo, atómico a la vez que extraño que define nuestro universo interno, hay detalles que conviene desgranar, afinar e hilvanar.