Se llamaba Giuseppe Pino Pelosi y, probablemente, su nombre no le suene de nada. El mundo entero le conocía por otra cuestión: por ser el único condenado por el salvaje asesinato del cineasta Pier Paolo Pasolini el 2 de noviembre de 1975. Pelosi era entonces un chaval de 17 años del lumpen romano. Hoy, con 59 años, también a él le ha llegado su hora: enfermo de cáncer, ha fallecido esta noche en el hospital Gemelli de Roma después de caer en coma.
Con su muerte El Rana, como se le conocía en los bajos fondos romanos, se lleva a la tumba un secreto que desde hace casi 42 años atormenta a Italia y al mundo entero: la verdad sobre el asesinato de PPP. Porque la única certeza que rodea a ese crimen es que aquella noche, en un descampado en Ostia a pocos kilómetros de Roma, el cineasta fue brutalmente masacrado.