El medio día la leche materna es más rica en anticuerpos necesarios para el sistema inmune; a las 6 de la tarde en metionina, molécula esencial para el metabolismo y el crecimiento normal; a la medianoche en leptina, hormona que regula el apetito; y en la madrugada y hasta las 6 a. m. en hormonas relacionadas con el sueño. La crononutrición es la clave.
