Escenarios de sequías y desecación, periodos de estiaje más prolongados e intensos o masas de agua que permanecen térmicamente estratificadas durante más tiempo son algunos ejemplos de cambios hidrológicos que se están dando en los ecosistemas acuáticos mediterráneos como consecuencia del cambio climático.
El grupo de investigación en Ecología Marina y Limnología de la Universidad de Málaga (GEML) lidera el proyecto ‘C-HydroChange’ en el que analiza, precisamente, cómo estos extremos hidrológicos, cada vez más recurrentes y duraderos, afectan en el ciclo de carbono de lagos y embalses.
Desde la superficie del agua y desde los lechos sedimentarios
Los científicos de la UMA han constado que estos ecosistemas pueden emitir gases de efecto invernadero –dióxido de carbono y metano- a la atmósfera y, a la vez, acumular importantes cantidades de carbono en sus sedimentos, donde puede permanecer secuestrado durante milenios.