Solo jugar la final era una gran recompensa para los seleccionados de la UAL, sabida la complicación que ha entrañado poder llegar hasta el inicio del CEU con las mínimas garantías de ser competitivos. Una vez en ella, y tal y como se remarca en cada campeonato como filosofía del grupo por parte del seleccionador, “con este escudo, siempre hay que intentar ser campeones”. Así, a medida que han ido pasando los partidos en las modélicas instalaciones municipales de Boadilla del Monte, la selección de fútbol masculino de la Universidad de Almería ha demostrado por qué es habitual en los medalleros, plantándose con solvencia en la lucha por el oro frente a la gran favorita, UCAM Murcia, un equipo ‘hecho’ como tal, con funcionamiento de club, que compite cada semana en Tercera. Mismo escenario del último torneo, Campeonato de Europa de 2019, y mismo organizador, Universidad Camilo José Cela de Madrid, de aquel bronce continental se ha pasado, a la primera en juego, a la plata nacional.
Esta es la presea número 19 para UAL Deportes, en esta modalidad y en esta categoría, en campeonatos universitarios, la séptima en el CEU, sumada a cuatro oros, una plata y un bronce anteriores. Además, se ostentan ocho medallas andaluzas, cuatro de oro, tres de plata y un bronce, y cuatro más de orden internacional, dos platas y un bronce en el Campeonato de Europa, y una plata en la Copa Universia, disputada en México en 2010. Aquella fue la confirmación de que se podía vivir un ciclo iniciado un año antes, en 2009, con la consecución del primer título del Campeonato de España Universitario. Así ha venido siendo y aun no se ha visto cerrado, con el mérito de que han pasado 12 años en los que la Universidad de Almería evidentemente ha visto pasar generaciones de estudiantes y apenas se ha bajado de los peldaños del podio. Se ha labrado poco a poco poder ser considerada como ‘potencia’ del fútbol universitario masculino, dando un aviso con este subcampeonato nacional de que este curso irá a por todas de nuevo.
Y es que el CEU organizado a instancias del Consejo Superior de Deportes ha sido una ‘recuperación’ del pulso competitivo y de lo que se tendría que haber vivido el año pasado, por lo que todavía queda por delante en este 2021/2022 disputar el Campeonato de Andalucía y, si se obtiene un buen resultado, posteriormente el Campeonato de España de nuevo. En lo que respecta a esta final perdida, realmente se ha empatado frente a un rival superior y el título ha tenido que resolverse en la ‘lotería’ de los penaltis, que es siempre cruel con quien sale perdedor. En el caso de la UAL, su esfuerzo por mantener a raya, con disciplina y posicionamiento sobre el campo, a toda una UCAM Murcia durante toda la segunda parte, jugando en inferioridad numérica, no ha tenido después el premio del oro. En todo caso, precisamente por el mismo desarrollo del encuentro y por las circunstancias previas, esta plata ha sido de un gran mérito por parte de la delegación almeriense desplazada hasta las instalaciones ‘Ángel Nieto’ de Boadilla.
Ha habido varios partidos dentro de uno. Comienzo trepidante en el que el equipo de UAL Deportes ha sido capaz de adelantarse pronto, gol de Jose Ruiz, pero sin poder usar esa circunstancia, ir por delante, al aprovechar la UCAM en la siguiente jugada un desafortunado balón parado. El 1-1 en el marcador a los 12 minutos de juego, con todo por jugarse todavía, ha hecho que ambas escuadras muestren el respeto que se tienen, minutos de tanteo, seguidos de intento de dominio murciano y sacudidas almerienses del mismo, y realmente pocas llegadas a las áreas. Precisamente tras una buena jugada de la Universidad de Almería en las cercanías de la portería rival, pero sin tiro final, una salida rápida sobre el tiempo reglamentario ha provocado la segunda tarjeta amarilla para Neto, a criterio del árbitro, falta en la frontal botada sin consecuencias, pero motivando un cambio de escenario de cara a la segunda mitad. El seleccionador almeriense, José Antonio Indalecio, ha rediseñado la estrategia y movido sus piezas.