Desde que Quique hizo sus primeros pinitos como ayudante de Chiche Medrano hasta hoy han pasado nada menos que cincuenta años. Cincuenta años de una producción deslumbrante, desbordada de imaginación, de talento y de honestidad profesional. Cincuenta años en los que desarrolló un estilo único en el mundo, personal, inconfundible… que rompió todos los moldes en el momento de su surgimiento y que aún hoy sigue enamorando a lectores, editores y críticos porque deja la vida en cada página.
Actualmente, debe ser el dibujante más editado del país con docenas de libros disponibles en las librerías especializadas como El Ziggurat, 35 calaveras, Los reyes chacales o Chet Chet y el abismo profundo
