Hoy viajaremos a la costa oeste de Canadá, tierra natal de una de las voces femeninas más maravillosas del jazz en los últimos treinta años: Diana Krall.
Nacida el 16 de noviembre de 1964 en Nanaimo, una pequeña localidad de pescadores en la isla de Vancouver (Columbia Británica), Diana creció en una familia de músicos. Su abuela era cantante de jazz, su madre tocaba el piano, y su padre coleccionaba discos que ella intentaba reproducir desde los cuatro años, cuando empezó sus clases de piano.
Muy joven, se trasladó con su familia a Vancouver y se unió a la banda de jazz de su escuela. A los 15 años ya tocaba regularmente en restaurantes y comenzaba a sentirse atraída no solo por el piano, sino también por el canto, influenciada por artistas como Roberta Flack y Nina Simone.