En nuestra sierra y pueblo, conservamos una rica herencia que abarca desde cortijos centenarios hasta estructuras como aljibes, eras, bancales y pozos con cúpulas que probablemente datan de la época musulmana, cada uno con su historia y significado.
En este entorno, figuras como El Camarilla, David Capel y El Espigador se convierten en verdaderos tesoros, pues nos narran y transmiten el conocimiento sobre nuestro patrimonio y la forma de vida de nuestros antepasados. Además, tenemos la oportunidad de disfrutar de la experiencia única de dormir bajo el cielo estrellado de nuestra montaña, conectando así con nuestras raíces y valorando aún más la belleza y la historia que nos rodea.