Ya que la semana pasada no pudimos emitir un nuevo programa por culpa del apagón general en España, hoy os traigo el tema que había prometido con algo de retraso. La Ruta de la Seda fue una extensa red de rutas comerciales activas desde el siglo II a. C. hasta el siglo XV, conectando Asia con Europa y África. Surgió con la expansión de la dinastía Han y el impulso del comercio de seda china, aunque también se intercambiaban otros bienes como porcelana, té, oro y vino. A lo largo del tiempo, permitió un intenso flujo de ideas religiosas, filosóficas y científicas entre Oriente y Occidente. Pese a su nombre, no era una única ruta, sino una red descentralizada con numerosos intermediarios. Viajaban por ella comerciantes, peregrinos y soldados, enfrentándose a bandidos y terrenos hostiles. La Ruta también facilitó la propagación de enfermedades como la peste. Su declive comenzó en el siglo XV con el auge del Imperio Otomano y las nuevas rutas marítimas. En el siglo XXI, el término se ha revitalizado para describir proyectos como la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China. La UNESCO ha reconocido tramos de esta red como Patrimonio de la Humanidad.
