Janis Joplin se ha convertido en leyenda como un alma atrevida y apasionada, condenada por el dolor que produjo una de las voces más extraordinarias de la historia del rock. Janis era perfeccionista: un músico apasionado y erudito que nació con talento, pero también trabajó excepcionalmente duro para desarrollarlo. Era una mujer que empujó los límites del género y la sexualidad mucho antes de que fuera socialmente aceptable. Fue la primera mujer estrella del rock, con una voz prodigiosa, potente y agresiva. Con ella expresaba su rebeldía, independencia, el inconformismo que presidió toda su amarga juventud, con repentinos, fugaces pero incesantes amores que nunca la hicieron feliz.