Han asumido con sabiduría que su camino no podía parapetarse exclusivamente tras imágenes relacionadas con el pasado, más todavía cuando éstas demostraban empíricamente el serio riesgo de convertirse en una rémora. Demuestran, con éxito, el acertado empeño por inscribir su identidad en el presente, manteniendo su puesto de maestros a la hora de iluminar a base de cálidos riffs y tiernos coros las carreteras secundarias y los moteles abandonados, hogar, simbólico o no, de todos los anhelos y nostalgias que acumula el ser humano.