Hay personas que no dejan hablar, te cortan, quieren imponer su opinión, te ignoran, quieren protagonizar la reunión. Son los usurpadores de palabra. Tú te sientes impotente, te desesperas, te enfadas, pero no sabes cómo responder a este comportamiento egoista y egocéntrico, dominante y presuntuoso.
Vamos a ver cómo tratar a estos contertulianos, ya sean amigos, pareja, compañeros de trabajo o jefe.
En primer lugar debes de observarles para saber si lo hacen queriendo o sin querer. Muchas personas tienen el hábito de interrumpir pero no lo hacen por imponerse o para anularte sino que simplemente no conocen el arte de conversar y, por lo tanto, no están entrenados en el provechoso hábito de escuchar. Otros, en cambio, te pisan la intervención para demostrarte su superioridad jerárquica, el pobre valor que otorgan a lo que tú dices y haces y, claro, para imponer su opinión especialmente si hay otros observadores.
