En el otoño de 1980, Paul McCartney, sin mucho ánimo reunió a los Wings, para empezar a trabajar en un nuevo disco. Desde hacía tiempo estaba cansado de mantener esa pantomima de banda, y para entusiasmarse ante unas nuevas sesiones y recuperar algo de lo que, en aquellos momentos, creía que era su magia perdida, llamó al viejo productor de los Beatles: George Martin. Después de algunas semanas, el 8 de Diciembre de 1980 fue asesinado John Lennon y McCartney entró en una especie de shock. Hay un video polémico, filmado por reporteros de TV al atardecer del día 9 de Diciembre, McCartney acudió a los estudios y al salir fue abordado por periodistas, se muestra extrañamente tranquilo, en un actitud como «que se le va a hacer… esto no va conmigo», posteriormente declararía que se encontraba en estado de shock y su aparente frialdad era más como una protección en ese momento de dolor y aflicción. Las sesiones fueron canceladas y en los primeros meses de 1981 se trasladaron a la Isla Montserrat, en el Atlántico, a los estudios A.I.R., propiedad de George Martin.
