Aunque, quizás, sería más correcto decir que Leonardo Da Vinci fue el el “Shen Kuo” europeo, pues las aportaciones de Shen Kuo, unos cuatrocientos años antes, son asombrosas. Para que nos hagamos una idea del florecimiento que vivía el pensamiento y la ciencia en China en aquella época, del que Shen Kuo es quizás el mayor -pero no el único exponente -, mientras en Europa se vivía inmersor en el milenarismo, en lo que se conoce como el siglo de las cruzadas, Shen Kuo ya avanzó cuestiones que en Europa no se discutirían hasta el siglo XVII, con los estudios meteorológicos de Blaise Pascal y Evangelista Torricelli (inventor del barómetro de mercurio) o como las teorías modernas de la geología, ciencia que en Europa prácticamente nace con James Hutton (1726-1797).
