Resulta que Javier Arnal, el músico vallisoletano, el artista deshecho a sí mismo, el chatarrero, el guitarrista que se encontró en un cruce de caminos, allá por el desierto de Tabernas, con el alma mutilada de Robert Johnson, el doble de sombras de Tom Waits en La Casita Rosa, el hijo putativo de los páramos almerienses, el padre de dos ángeles y una jauría de perros, el buhonero a la vera del beso, el eterno impostor, el deslenguado, al parecer, actúa el próximo 18 de marzo en los Baños Arabes Hammam Almeraya.
Y yo no pienso mirar para otro lado.