Dos años de investigación, duros, discontínuos, a veces inconexos, pero con un claro objetivo. Salvar la historia de Nicolás del olvido. Él solo la contó una vez en sus 102 años, a Inma Martínez Lara, que se trasladó desde Córdoba al Barrio del Carmel de Barcelona para entrevistar al que fuese uno de los últimos supervivientes de la Batalla del Ebro, Nicolás López López, nacido en El Cántaro, una pedanía de Serón, en Almería.
