Cuando el Papa prohibió los toros bajo pena de excomunión.
En el año 1567, el Papa Pío V, quien más tarde sería conocido como San Pío V, experimentó una profunda consternación al enfrentarse a la brutalidad de los espectáculos taurinos que tenían lugar en Italia, particularmente en su variante de despeño en el Testaccio. Estas prácticas se extendían también por Portugal, España, Francia y algunas naciones sudamericanas. Impulsado por la necesidad de abordar este asunto, Pío V encomendó la elaboración de un informe a distinguidos especialistas y, en consecuencia, tomó la decisión de redactar una Bula de prohibición.
