Estar bien con uno mismo es el pilar del equilibrio psicológico y el motor que enciende la capacidad de logro, la motivación y la habilidad para construir relaciones sanas.
Sentirse bien con uno mismo/a no es fácil, requiere atención y práctica. El ser humano puede ser su peor enemigo. Y muchas veces, priorizamos el bienestar ajeno antes que el propio, dejándonos en segundo plano y esto tiene consecuencias.
Hay que tener claro, que es imposible estar al 100 % cada día y en cada circunstancia; al fin y al cabo, no somos robots, tenemos emociones e inseguridades. Esto hace que el bienestar personal no sea una curva de pendiente constante. Sin embargo, más allá de esas fluctuaciones anímicas es necesario despertar las fortalezas internas.
