Hace un par de semanas comentábamos la importancia del autodialogo, que,
recordemos, consiste en la forma en la que nos relacionamos y hablamos a
nosotros mismos.
Teniendo claro que todo cambio comienza por uno mismo, una vez que tenemos
en funcionamiento un dialogo interno positivo, podemos empezar a ver el
resultado de ese logro de conocernos y tratarnos con cariño: la autogestión, es
decir, la capacidad de gestionar los conflictos, tanto internos como externos.
Puesto que el sufrimiento es inevitable y los conflictos son, en múltiples
ocasiones, necesarios, es muy importante tener una buena autogestión para no
hacer daño ni a los demás ni a nosotros mismos. ¿Cómo se tiene esto?.