Los observadores son reclutados en base a su formación y experiencia y pueden ser contratados directamente por un ministerio de pesca o a traves de un tercero. Viven y trabajan a bordo de buques nacionales y extranjeros que operan dentro de zonas de exclusiva jurisdicción económica o pesquera nacional.
Las campañas individuales de observación tienen una duración normalmente de cinco a doce días en arrastreros no congeladores y hasta de treinta días en grandes buques factoría. Se intentan evitar los períodos más largos, aunque ocasionalmente son necesarios debido a demandas operacionales, ya que la experiencia ha demostrado que la calidad del trabajo disminuye y que la efectividad en la vigilancia decrece con una mayor familiaridad entre el observador y la tripulación.