Recordemos la belleza de la vida, evocando, viendo en el presente la trascendencia de los valores del Humanismo, que podemos destilar, en el afán por afrontar nuestra naturaleza humana con honestidad y deseo de superación de nuestros peores rasgos y comportamientos.
Acudo al programa que Jesús Quintero y Antonio Gala, realizaron para Canal Sur en 1991: Trece Noches. (YouTube)
Capítulo Titulado ‘El Sentido de la Vida’
Pregunta Jesús Quintero: ¿A vivir se aprende?
Responde Antonio Gala. “Creo que sí. Creo que se aprende a vivir. Hay un empujón inicial de la naturaleza. Pero luego hay como un desentendimiento, como que nos olvidamos de ese empujón, como que nos apartamos.
Hay que vivir desviviéndose. Hay que vivir apasionadamente. Dejarse engañar no es malo. Engañar es peor que dejarse engañar. Pero hay que participar en todo. Esto es una especie de carrera de relevos en que nos dan el testigo. Y tenemos que seguir corriendo porque de cada uno de nosotros depende la carrera. Si lo entendiéramos así, verdaderamente todo sería muy distinto.”
En otro momento de este mismo capítulo, dice Antonio Gala: “La forma cariñosa, humana, diaria de felicidad, es la alegría. Pero no una alegría de jijiji. No. La alegría a pesar de todo. La alegría de estar vivo, de sentirse vivo. De sentirse comunicado.”
Humildemente podemos añadir: Civilización es comunicar alegría por el conocimiento de nuestra Humanidad, a pesar de todo. Porque nos atañe a todos y a todos nos ofrece la oportunidad de contribuir a dejar este mundo mejor de como lo encontramos.
Esa es la esencia del Humanismo.