Dicen que si no somos capaces de imaginar el futuro al que queremos ir no estaremos preparados para construirlo, pues a ese futuro vegano al que queremos llegar me gusta imaginármelo también, como no puede ser de otra manera, como un jardín hermoso y lleno de color donde podamos convivir con animales y plantas de muchas especies, con un espacio para las plantas con las que alimentarnos y también para la naturaleza salvaje.
Así, hemos querido imaginar una Sevilla del futuro, moderna pero formando parte de ese jardín, sin tanto cemento, y una vega recuperada para los huertos, jardines y bosques que necesitaremos para ese futuro de una Sevilla respetuosa con la vida.