El cobro internacional de alimentos se facilita mediante convenios como la Convención de La Haya o la Convención de Nueva York, que establecen la designación de una autoridad central en cada país para reconocer y ejecutar decisiones judiciales de alimentos emitidas en el extranjero, agilizando así los procesos cuando el deudor reside en otro país. Estos convenios también pueden ayudar a determinar la filiación para poder solicitar la pensión alimenticia, cubriendo necesidades básicas como sustento, habitación, vestido y educación.
