La autonomía es un concepto de la Filosofía, Pedagogía y Psicología que manifiesta la capacidad de las personas para llevar a cabo tareas de manera independiente, sin influencia de presiones, y adquirir las competencias necesarias para poder desarrollar opiniones y gustos propios. Esta aptitud, sin embargo, no es innata en las personas, sino que requiere de un trabajo constante y paulatino para adquirirla.
Durante los primeros años de vida, los niños son completamente heterónomos y dependientes, es decir, necesitan de la ayuda activa de un adulto para ejecutar las distintas tareas que se les presentan en su día a día. Por ello, es muy importante prestar atención al desarrollo de la autonomía desde una temprana edad, inculcando a los niños unos principios y un modo de actuar completamente independiente. En esta enseñanza los centros educativos, junto con las familias, desempeñan un papel crucial a través del establecimiento de rutinas que se trabajan a diario desde la etapa de Infantil.