En una pequeña aldea del municipio segoviano de Fresno de Cantespino podría haber resplandecido uno de los grandes tesoros visigodos de España. Una tierra rica en huellas del pasado como es esta cuenta también con el paso de este pueblo germánico, principal protagonista de varios siglos de la historia local y peninsular.
Castiltierra, una localidad de apenas 5 habitantes, es uno de esos lugares. La necrópolis que allí descansa data del siglo V, pero no empezó a ser intervenida hasta los años treinta del pasado siglo. Para entonces, buena parte de sus reliquias ya habían desaparecido. Otra cantidad importante, en cualquier caso, fue a parar al régimen nazi, obsesionado como estaba con la antigüedad y todo lo que fuera germánico. Querían encontrar el origen de su raza superior. Nunca lo consiguieron, pero por el camino saquearon rincones como este segoviano.