Varios mensajes clave ha lanzado Valentín Sola, presidente de FAAM, de cara a lo que debe suceder después: “Nosotros llamamos a esto ‘la fiesta del deporte y la inclusión’, niños y niñas de colegios y chicos y chicas de distintas asociaciones disfrutando de la inclusión, y el mensaje que queremos lanzar a la sociedad es que cualquier actividad que se desarrolle, que se haga pensando en ella”. La herramienta esta vez es el deporte, “todos sabemos lo importante que es para la salud y para la rehabilitación cognitiva y la motivación, pero también a través de él queremos hablar de inclusión”, y esto debe ser exportable a otros escenarios: “Dentro de poco se van a desarrollar escuelas de verano durante las vacaciones, y lo que queremos es que la sociedad se dé cuenta de la importancia que tiene eliminar barreras, y que con pocos recursos y los apoyos suficientes se pueden adaptar las actividades para que todos los niñas y niñas las puedan disfrutar”. El ejemplo, lo vivido en la UAL: “La discapacidad ha desaparecido este rato”.
José Carlos Tejada, impulsor de las jornadas desde Depoadap, ha puesto de manifiesto que “ha habido una suma de voluntades” y por ello ha realizado un capítulo de agradecimientos a instituciones y empresas privadas, más personas sumadas desde el ámbito universitario, “hemos tenido la suerte de tener la colaboración de profesores del Grado de CCAFD”, ha dicho. El gran objetivo es claro y rotundo: “Lo que quereos es sembrar semillas para la inclusión, y qué mejor que plantarlas en el sector educativo; por lo que aquí hay estudiantes tanto con discapacidad como sin ella”. Ha reflexionado añadiendo que “es una carrera de fondo esto de la integración, y el deporte es una vía magnífica para que esa inclusión que todo el mundo desea se haga realidad lo antes posible”.