Si comparamos estas sucesiones o mudanzas entre sí, obtenemos la medida del tiempo que se basa en aquellos cambios que nos parecen inalterablemente uniformes, como el movimiento solar, por ejemplo. De esta relación entre varias sucesiones se desprende que la medida del tiempo no sea nada absoluto. Y es que el tiempo es medida de su movimiento, pero su movimiento no es medida del tiempo. Es el movimiento el que está en el tiempo, y no el tiempo el que está en el movimiento. La velocidad -que los físicos y matemáticos expresan con la fórmula: V = e/t es esencialmente relativa.
